La diáspora de los miserables de la tierra… ¿Se habla de la diáspora de los osos polares hacia los zoológicos de los Estados Unidos? ¿De la diáspora de las guacamayas amazónicas que terminan siendo vendidas en los mercados clandestinos de especies en Europa? En el mundo de hoy no hay diásporas. Decir diáspora es quitarle a la persecución y al odio el elemento criminal que acusa a los asesinos.
Diccionario Mosca
viernes, 25 de junio de 2010
martes, 15 de junio de 2010
Objetado
Obispo, Obús, Obeso, Oblicuo, Obtuso, Óbice, Objeto, Objetivo, Óbito, Oblea, Obstetra, Obturado, Obligación, Obligado, Obligatorio, ¿Obligatorio?, Obstinado, Obvio, Oblongo, Obnubilado, Oboe, Óbolo, Obrado, Obrepticio, Obscuro, Obdulio, Obsceno, Obsecuente, ¡Obsceno!, Obediente, ¡¡Obsceno!!¸ Obsolescente, ¡¡¡Obsceno!!!, Charro, Obelisco, Observable, Observado, Obsesivo, Obseso, Objetable, Objeción, Obsequioso, Obsoleto, Obsoleto, Obsoleto, Obsoleto, Obstáculo, Obsta-culo, Obstaculizado, Obstruido, Oblato, Obviado
lunes, 31 de mayo de 2010
Oficios
Zapatero a tus zapatos, carpintero a tus tablas y puntillas, albañil a tu cal y tus paredes, profesor a tus clases, futbolista a tu estadio y tus balones, ingeniero a tus cálculos biliares, acordeonista a tu acordeón desafinado, médico a tus enfermos y tus muertos, optómetra a tus miradas de contacto, zootecnista a tu selva amazónica, dama gris a tu té con galleticas, cura de almas a tu olla y tu sobrino, calígrafo a tu exposición en el cuaderno, funcionario a tu arrume de papeles, escritor a tus libros y poemas. Sobre todo escritor a tus libros y poemas.
sábado, 29 de mayo de 2010
Integridad
La vida de Eduardo Umaña Luna fue una lucha constante contra la identidad. Estuvo siempre afuera, rompió esquemas, llamó a las cosas por su nombre, fue amoroso y amado, y odioso y odiado, por quienes él decidió que lo amaran o que lo odiaran. Enseñó lo que sabía en una cátedra que lo llevó a ser el “maestro de maestros” en una universidad que alguna vez fue de maestros. Y se afirmó sin temor sobre su diferencia. Murió de viejo pero, aparte de la edad, los viejos mueren por algo y ese algo, en él, fue el dolor de Colombia. No le tuvo jamás miedo a la muerte. Le asesinaron a su hijo y siguió adelante. Le rompieron el corazón y no se detuvo. Le dieron la espalda y avanzó, sin concesiones, hacia donde él creía que debía avanzar, que debíamos avanzar como un todo colectivo. Siendo ateo, nos enseñó el valor de la fe. Siendo maestro, nos enseñó la importancia de estudiar siempre. Siendo angustiado, nos enseñó el valor de la paciencia. Hablando a voces, nos enseñó el valor de los silencios. En un país que olvidó lo que es la integridad, y donde los íntegros desaparecen en la voracidad de las tormentas y del tiempo, Eduardo Umaña Luna es la integridad. Nada más. Tampoco nada menos.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Visconversa
Colombia vive a la inversa, a la visconversa. El machito del pueblo es presidente de la República. El párroco de Ramiriquí, cardenal primado. El agente de policía del barrio vecino, general de tres soles. Los ediles de Chigorodó y Carepa, ministros del despacho. El gamonal de Carmen de Carupa, senador de la Comisión de Asuntos Constitucionales. El boticario del barrio Meissen, escritor de fama nacional. El dentista de Guacamayas, constructor de los puentes elevados. El repentista de las ferias y fiestas de Lebrija, intelectual del régimen. La escenógrafa de la película de Tin–Tan, crítica de arte. El tesorero de San Vicente de Chucurí, asesor económico de palacio. Los contertulios de Becerril, miembros de la Academia de la Lengua. El tinterillo de Quipile, magistrado de la Corte Suprema. El capo que sabemos, héroe popular y candidato.
domingo, 23 de mayo de 2010
Cortázar
Una mañana de febrero, clara e invernal, me dirigía al liceo donde trabajaba por aquel entonces, cuando, en la esquina del establecimiento, quedé sorprendido: la calle desbordaba de flores, como nunca la había visto… coronas y más coronas de flores. Pensé que algún personaje habría muerto. Seguí avanzando. Al llegar al callejón que daba acceso al liceo, quedé petrificado. Fue apenas un instante, el segundo donde no hay tiempo: una flechita de cartón pegada al muro señalaba "pour visiter Monsieur Julio Cortazar". Apenas pude creerlo. En el mismo edificio donde daba mis clases, allí, en otro piso de ese edificio había vivido, y hoy había muerto, Julio Cortázar. Quizá me habría cruzado con él más de una vez. Y, cosas de la vida, por esos días cargaba en mi bolso "El libro de Manuel". No sabría decir por qué senderos se fugó mi pensamiento. Sólo recuerdo que ese día, en mi clase, se leyó y comentó "El libro de Manuel".
miércoles, 19 de mayo de 2010
Preguntas
¿Por qué?
¿Por qué?
F. Pessoa
¿Por qué la mujer que vende cigarrillos y periódicos? ¿Por qué el mensajero que deja papeles y palabras por este, por aquel escritorio? ¿Por qué este ser que no conoce a nadie y que nadie conoce? ¿Por qué el niño que va tarde al colegio y lleva una naranja en la maleta de los libros? ¿Por qué el hombre que busca empleo, la mujer con zapatos cansados? ¿Por qué la actriz de carnavales con su rimel de madrugada? ¿Por qué este viejo, hecho pedazos por la vida? ¿Por qué yo, que solo miro por la ventana? ¿Por qué Jaime o Priscilla o badulaque? ¿Por qué el único dueño de este nombre, su solo propietario? ¿Por qué Justine en su versión de tocador para señoras, con sus nítidos rasgos contra la madrugada? ¿Por qué los lunes no son sábados? ¿Por qué los sicarios no son ángeles? ¿Por qué esto suena a Pablo Neruda? ¿Por qué los calvos son así? ¿Por qué el suelo es suelo y no cielo o atmósfera? ¿Por qué Sara se llama Sara y Olga, Olga? ¿Por qué las bibliotecas tienen libros y no tienen ovejas? ¿Por qué se dice feliz año en enero y no en septiembre? ¿Por qué tenemos que morir en tiempo seco? ¿Por qué lo negro es negro, blanco blanco? ¿Por qué se escribe lápiz y no lápis? ¿Por qué hay cifras y porcentajes para todo? ¿Por qué a palabras necias oídos sordos? ¿Por qué los taburetes tienen esa cansada forma de cansancio? ¿Por qué los días son de día y las noches de noche? ¿Por qué por qué es por qué y no cómo o dónde o cuándo? ¿Por qué nosotros con este hondo, este tierno deseo de vivir, este miedo de cada día, esta pregunta?
¿Quién?
¿Quién?
A. Caeiro
¿Quién cumple años hoy? ¿Quién se llama Pedro o María o Ana o Diana? ¿Quién usa saco de lana con bufanda? ¿Quién vive en la carrera 15? ¿Quién juega a la tómbola los martes? ¿Quién mueve las caderas al ritmo de los Beatles? ¿Quién lee a Cavafis o a Bartolo? ¿Quién se muerde la uña del meñique? ¿Quién almuerza riñones? ¿Quién quiere ser contralor general de la República? ¿Quién le lee a su gato el signo del zodíaco? ¿Quién es mofeta al volante del auto? ¿Quién se olvidó del viaje a la luna? ¿Quién vive en babia o en la luna? ¿Quién desea la muerte en la mirada? ¿Quién deposita su alma en la caja de ahorros? ¿Quién quiere ir a cine con Celine? ¿Quién habita en los profundos infiernos? ¿Quién multiplica cinco por veintiuno? ¿Quién suspira a las dos de la mañana?
¿Cómo?
¿Cómo?
R. Reis
¿Cómo se juega ajedrez sin los alfiles? ¿Cómo se escribe halma, nuve, sielo, ezperansa? ¿Cómo se ríen las comisuras de los labios? ¿Cómo viaja el maquillaje en las mejillas? ¿Cómo estornuda Orión en sus estrellas? ¿Cómo se besa a una ella inaccesible? ¿Cómo se sigue un cómo sin un cuándo? ¿Cómo será el recuerdo de este instante? ¿Cómo viven las focas en el trópico? ¿Cómo pasa la hoja el calendario? ¿Cómo toman el té los elefantes? ¿Cómo dicen las 11 las 11 de la noche? ¿Cómo cultivan pelo las sandías? ¿Cómo marca el teléfono el teléfono? ¿Cómo se mira el 1 en el espejo? ¿Cómo cantan las ranas en el patio? ¿Cómo platan las ranas en el canto? ¿Cómo muerden las cajas de dientes? ¿Cómo duermen los dientes en la caja? ¿Cómo viven los muertos en su caja?
¿Qué?
¿Qué?
A.de Campos
¿Qué tal un día sin sicarios? ¿Qué tal sin atentados? ¿Qué tal sin asesinatos ni dolores? ¿Qué tal sin lágrimas ni pesares? ¿Qué tal un día sin recuerdos opresivos, sólo con una ventana abierta, un futuro, una mañana? ¿Qué tal sin emboscadas ni secuestros? ¿Qué tal sin mercenarios ni ministros? ¿Un día sin secretarios ni mentiras? ¿Qué tal un día sin llovizna? ¿Qué tal claro y soleado y con sonrisas? ¿Qué tal un día sin delitos, sin drogas, sin masacres? ¿Qué tal un día como otros, un día del cual tengo ya el recuerdo?
¿Sabes?
¿Sabes?
B. Soares
¿Duermen los asesinos con los ojos abiertos? ¿Qué sienten cuando toman el sol por las mañanas? ¿Sueñan algo al besar al hijo o a la madre? ¿De qué hablan con Dios en las iglesias? ¿Qué leen cuando leen si es que leen? ¿Saben qué es dolor, conocen la tristeza? ¿Tienen miedo a la muerte? ¿Ternura es una palabra para ellos? ¿Han pensado vivir de Sur a Norte? ¿Han montado en la rueda de Chicago? ¿Les gusta Woody Allen? ¿No cometen pecados salvo ese? ¿Cómo enfrentan la atestada mudez de los sepulcros? ¿Han ido alguna vez a un cementerio?
¿Ah?
¿Ah?
F.G.
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